Operación Adiós Pañal Parte II

En el transcurso del segundo año de vida el niño adquiere grandes logros físicos, psíquicos e intelectuales que reflejan su progresiva madurez. El control de esfínteres es uno más. Pero, decir adiós al pañal paso a paso es una tarea que requiere paciencia. ¿Cómo saber si el niño está preparado para usar el orinal? y ¿qué pautas se pueden seguir para ayudarle?

Intentar que el niño deje el pañal cuando todavía no está preparado puede ser contraproducente. Nos tenemos que asegurar de que ha alcanzado cierta madurez física, psíquica e intelectual para no provocar en él ningún rechazo.

 

Si tu hijo tiene dos años o está a punto de cumplirlos, es el momento de empezar a quitarle el pañal. Sé paciente y deja que lo intente a su ritmo. Y no temas si no lo consigue del todo hasta los siete años, que es cuando madura el sistema urinario.
El proceso se inicia cuando perciben las ganas de hacer caca: este es el primer esfínter que controlan. Después vendrá el del pis: notar las ganas y esperar hasta llegar al váter será su gran triunfo. La micción nocturna suele dominarse algo más tarde. Tras producirse los dos primeros pasos, y después de 15 días comprobando que el pañal está seco, será el momento de quitarlo por la noche. Aunque esto suele coincidir con los tres años, muchos seguirán teniendo escapes de madrugada hasta los cuatro o los seis
Hay que tener paciencia. Aprender a controlar los esfínteres es un proceso lento que necesita de una gran dosis de tranquilidad. Una actitud serena por parte de papá y mamá favorecerá el éxito, por eso hay tener en cuenta algunas cuestiones:
-Los retrocesos son normales, y los “accidentes”, también. Si se da el caso en tu hijo, no utilices los reproches, ni te enfades, simplemente dile: “Coge ropa limpia y cámbiate”.
-Muchos niños tienen miedo al water. Temen colarse por el agujero o que salga un monstruo de él. Asegúrate de que esto no le ocurre a tu hijo y, si es así, tranquilízalo.
-No utilices el castigo, ni te burles de él, porque frenarás su proceso de aprendizaje. Eso sí, elogia cualquier logro que le acerque al objetivo: anunciar que tiene ganas, quitarse la ropa solo, subirse los pantalones y, por supuesto, acudir al baño con éxito.

Antes de iniciar el proceso es fundamental observar con atención si tu hijo cumple una serie de requisitos:
-Disminuye el número de deposiciones. Hace sus necesidades una o dos veces al día y su pañal permanece seco durante varias horas.
-Protesta cuando el pañal está sucio e insiste en que se lo cambiemos. Avisa diciendo: “Tengo caca”. Se esconde o deja lo que está haciendo para ponerse a pujar.
-El pañal le disgusta. Quiere quitárselo y se muestra enojado cuando se lo volvemos a poner.
-Intenta hacer cosas él solo y se enfada si se las hacemos. Imita comportamientos de los padres: se peina, juega a cocinar, se sienta a comer, intenta usar los cubiertos.
-Comienza a vestirse por sí mismo y sabe bajarse y subirse la ropa interior y el pantalón. O muestra su intención de hacerlo, aunque no siempre lo consiga.
-Tiene equilibrio suficiente para levantarse y sentarse sin ayuda (lo necesitará para ponerse en el orinal).

Listo para lograrlo!!. Cuando estas actitudes se den, y únicamente entonces, podrás comenzar el proceso con tu hijo. Empieza acompañándolo a sentarse un rato en el bacín. Que no sea más de un par de minutos: no esperes que haga pis o caca, céntrate simplemente en que esté a gusto en esta nueva situación. Hazlo todos los días y, si es posible, que sea siempre a la misma hora. Ten paciencia y, cuando lo consiga, dile siempre lo bien que lo ha hecho.

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